Leí esta novela breve por primera vez allá por la década de los 90. Recuerdo el escalofrío que me produjo la historia del retorno a la sociedad de los vivos de un individuo civilmente muerto. No era un novela gótica, no, su terror era peor porque respondía a una situación muy real. Chabert había sufrido una de esas atrocidades de la guerra en que muertos, moribundos y heridos graves son arrojados a una fosa común sin mayor certificado que su pinta de muertos . Chabert logró salir de la fosa, aunque descubrirá que la pérdida de identidad, la anulación social y la miseria económica son peores que la muerte.
El interés por releer esta novela se lo debo a Enamoramientos de Javier Marías. El largo pasaje que Marías dedica a El Coronel Chabert es uno de los mejores análisis de la novela del autor francés. El personaje de Enamoramientos concluye que nadie desea, en el fondo más oscuro de sí mismo, que un muerto recobre su vida y perturbe la de aquellos que han rehecho la suya sin contar con él, definitivamente.
Magistralmente Balzac interrelaciona la historia- con minúscula- del individuo Chabert con los cambios colectivos de la Historia-con mayúscula- que se produjeron en Francia entre El Imperio napoleónico y La Restauración borbónica. Chabert fue un hijo más de la Revolución Francesa . Esta había catapultado a jóvenes del campesinado, de la pequeña burguesía, incluso de los grupos marginados y del lumpen a cargos medios y altos del ejército y de la burocracia. Junto al ascenso social y económico, les dio una nueva identidad. Chabert, un pobre hospiciano, se convertirá en un héroe patrio cuyo nombre recogerán los libros de Historia. En su intento de recuperar su identidad, sus logros sociales y económicos y su matrimonio verá que su pequeño universo individual se ha derrumbado junto con las glorias y las ilusiones del Imperio. Descubrirá también que pese al retorno de los Borbones( El Antiguo Régimen contra el que lucharon ) la sociedad parisina vive en la vorágine de una sociedad burguesa cuyo valor supremo es el enriquecimiento a toda costa y por cualquier medio. El supuesto triunfo moral de Chabert sobre esa sociedad inmisericorde, que tan bien representa su propia mujer, tiene el amargo regusto de un gesto completamente inútil.
Una noticia que nos dice que hechos como este pueden seguir ocurriendo
https://www.eldiario.es/fotos/Campos-Olvega-Miguel-Angel-Garcia_EDIIMA20180315_0014_19.jpg
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