Decía Belén Gopegui en una estupenda conferencia sobre Guerra y Paz que la genialidad de Tolstói radicaba, entre otras cosas, en captar las conexiones entre la Historia ( los acontecimientos transformadores del devenir de la humanidad) y las historias ( esos frágiles y, en apariencia, deshilvanados hilos del acontecer cotidiano de individuos anónimos). La conjura contra América de Philip Roth comparte esa habilidad del autor ruso: los grandes hilos históricos se tejen con las pequeñas hebras cotidianas; en términos de Unamuno, Roth van dibujando en el mismo tapiz la Historia y la Intrahistoria.
Parte Roth de ese ejercicio que nos planteamos no pocas veces: ¿Qué hubiera pasado si Napoleón hubiera triunfado en España?¿ Qué habría sido de Europa si no hubiera habido dos guerras mundiales en el siglo XX? Sobre lo que especula Roth es sobre la posibilidad de que un nazi ( Charles Lindbergh), aupado por un fuerte movimiento de masas, hubiera vencido en las elecciones a Roosevelt y hubiera llegado, por tanto, a la presidencia de los Estados Unidos en el mismo periodo en que Hitler expande la guerra por Europa. Dicho técnicamente escribe una ucronía. El punto de vista que adopta es el de un muchacho judío ( un tal...Philip Roth) que intenta descifrar las reacciones de los adultos que lo rodean.
Acierta Roth en el ritmo narrativo: muestra la latencia de ideas antisemitas en la sociedad norteamericana, la infiltración corrosiva de estas y su propagación venenosa: primero, subterránea; después, arrogante. El muchacho ve cómo su vida, la de su familia, la del barrio se ve profundamente trastornada a ese mismo ritmo. Resistiendo a medidas políticas insidiosas contra los judíos, pegados a la radio, los Roth ven el avance del nazismo como una ola que de un momento a otro se abatirá sobre ellos como un tsunami de terror. La Alemania nazi ha hecho eclosionar el huevo de la serpiente en Estados Unidos sin que el país reaccione durante mucho tiempo a la destrucción de la democracia. Tan hábil es el autor en el cruce entre la Historia, la "Historia ficción" ( ucronía) como en las escenas familiares de los Roth. Incluso las menudas anécdotas infantiles cobran su significado a la luz de los grandes acontecimientos.
Seguramente, Roth escribió esta novela como una seria advertencia de que en Estados Unidos no es imposible que triunfe el fascismo, que ese escenario tiene que ser contemplado. No sé si desde 2004, fecha en que publicó esta novela, la vista de Roth alcanzaba a nuestro 2019. Ustedes dirán.