Una tormenta, de Inma Monsó |
Inma Solé concentra con acierto todo la acción en un día de verano, marcando con inquietante precisión el paso del tiempo para cada uno de los tres personajes centrales (la acción se desarrolla desde las doce de la mañana hasta las diez y media de la noche). La protagonista, la autora de la novela Sobresalto, Sara Surp sale de Barcelona para participar en una tertulia en un pequeño pueblo cercano a Sort, en la comarca pirenaica del Pallars Sibirá. Durante el trayecto la acompaña un joven, un Desconocido, con quien ha iniciado por debilidad una relación no deseada y de quien se separa poco después de llegar a su destino.
Camino de Malmercat, lugar de la conferencia, se encuentra en la carretera, ya en plena tormenta, con una ambulancia que transporta a un joven que ha sufrido un accidente mortal en el bosque. Los únicos indicios para averiguar su identidad son un móvil y el último mensaje en la pantalla , que Sara Surp consigue leer . La escritora descubre que quien escribió el mensaje al joven ya muerto probablemente acudirá a la conferencia y tal vez recibirá durante el transcurso de esta la noticia de la muerte de su ser querido. Este hecho despierta en ella un miedo relacionado con la muerte de su propio hermano hace tres años e intentará retrasar lo más posible el conocimiento de la noticia mientras intenta averiguar durante la tertulia el destinatario de la desoladora nueva.
Aunque Una tormenta es una novela de intriga, sus elementos tradicionales están hábilmente alterados: todos los indicios, página a página, nos llevan al "ayayaqueselavaacargar" y "ayayaqueelmóvilvaasonar", pero la autora desvía hábilmente esas expectativas, juega con nuestros miedos. Al fin y al cabo, toda la novela tiene el miedo, no solo como estructurador de la acción, sino como tema medular y como argamasa de los tres personajes fundamentales. Los tres, la escritora, Hugo y el parapentista han metabolizado el miedo a los demás como miedo a sí mismos y a la inversa En definitiva unos personajes con unos problemas de relación que caracterizan el miedo en esta sociedad nuestra que Zygmund Bauman, llamó, con acierto, líquida y desde luego, tormentosa.