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domingo, 4 de marzo de 2018

EL PENCO, CUENTO GOTICÓMICO DE Aitor S.


Corre una gélida y oscura noche de invierno en el noble valle de Aiala. Nos encontramos en Amurrio pueblo en el cual reside nuestro protagonista, Josu Ochoa. Un joven alto y esbelto, de tez morena tanto que casi se confunde en la oscuridad de la noche. Viste con un abrigo color azabache, y unos pantalones rotos por los cuales se cuela el viento de invierno. Sus manos están cubiertas por unos guantes negros y una bufanda le rodea al cuello que no dejan pasar el frío.

Ochoa camina solo por las estrechas y solitarias calles rumbo a su casa. Vive a las afueras del pueblo por lo cual hay una gran distancia entre su casa y la lonja de donde viene después de pasar un agradable rato con sus amigos a consta del cannabis. Recorre  un laberinto de calles escoltadas por árboles a sus lados, acompañados siempre de farolas que se alzan imperiales. Tiene la sensación de que se encienden a su paso.

Resultado de imagen de vestidos sin cuerpo cuadro surrealistaAl cabo de unos minutos de salir de la lonja Ochoa empieza a sentirse incómodo y a sentir que algo raro pasa. Fija su vista en una figura borrosa y de difícil percepción que se encuentra quieta a unos metros él como si de una estatua se tratara. Al de unos segundo siente como que la figura se escabulle. Rápidamente Ochoa se percata de que debía de haber sido una sombra de un árbol, o eso quiere pensar él. De repente todas las farolas se apagan al unísono y se queda totalmente a oscuras en la inmensidad de la noche.

Ochoa no le da demasiada importancia, saca la linterna del móvil y sigue su camino a casa ya más cerca de llegar. Pero al poco siente que alguien le toca por detrás y empieza a correr, y lo hace hasta llegar a la puerta de su casa. Ochoa con el corazón a mil busca las llaves de su casa y para su horror se da cuenta de que en en la carrera se le han caído del bolsillo. Su madre trabaja de noche asique no hay nadie en casa y Ochoa no tiene forma de entrar. Asi pues vuelve sobre sus pasos exhausto por la carrera y con todo el cuerpo tembloroso. Su mente no para de darle vueltas a qué puede haber sido esa figura que ha visto, por qué ese apagón de todas las farolas y por último que está seguro de que algo le ha tocado la espalda. Le horroriza la idea de pensar que ese algo o alguien pudiera seguir rondando a su alrededor. Estos pensamientos se interrumpen cuando ve algo brillante que alumbra la luz de su linterna. Ha encontrado las llaves. Las recoge y vuelve a casa de nuevo. Esta vez un poco más tranquilo porque hace tiempo ya que no pasa nada raro.


Cuando Ochoa está a punto de llegar a casa vuelve a ver la figura aterradora que había visto anteriormente. Esta vez la puede ver mucho mejor es una mujer alta y robusta con el pelo largo y un color castaño oscuro. La mujer vestía con una bata blanca entera que le llega hasta las rodillas. Ochoa vuelve a correr asustado mete las llaves en la cerradura y entra en casa.

Su casa no es excesivamente grande, lo necesario para que viva con su madre y su hermana mayor que se encuentra de Erasmus en Suecia. Tiene un estilo más bien antiguo y no es muy lujosa ya que su madre es cabeza de familia y tiene que ocuparse de sus dos hijos.

Ochoa entra en su casa pone su alarma introduciendo su clave de máxima seguridad, “FKS” y se mete en su cuarto. Asustado se cambia de ropa apaga la luz y se mete en la cama deseando que ese terrible dia pasara de una vez. Pero la pesadilla no había terminado, de repente ve una luz blanca que ilumina tímidamente la habitación. Es el ordenador que se ha encendido por arte de magia. Ochoa mira y ve que empiezan a aparecer trabajos y trabajos de literatura; “Edgar Allan Poe”, “Jane Austin” etc… En ese momento Ochoa se da cuenta que la persona que le perseguía era Ramoni, su profesora de literatura universal, para que hiciera los trabajos.. Horrorizado y muerto del miedo y sin poder quitarse de la cabeza lo que acababa de ver por fin consigue dormirse.

Al día siguiente Ochoa despierta y se da cuenta de que nada de lo vivido es cierto, y que ha tenido una alucinación a causa del cannabis y se había desmayado. Lo único cierto que había de todo era que iba a pencar Literatura.