No hace falta pensar en una distopía para que los seres humanos recordemos que nuestra creencia de que somos dueños y señores de la Naturaleza es de una soberbia temeraria. Hemos olvidado hasta tal punto nuestra dependencia de la Naturaleza que estamos induciendo cambios en ella que pueden hacer muy dura nuestra supervivencia. La literatura y obras testimoniales se ha ocupado de esa relación irreductible de nuestra especie con su medio natural. A veces se recurre a alienígenas para explicar el peligro en que vivimos: simbólicamente los alienígenas son nuestras propias culpas. He aquí unos títulos sugeridos en el Club de los libros perdidos.
- La buena tierra, Pearl S. Buck
- La sequía, J.G. Ballard
- Viven, la tragedia de los Andes, Piers Paul Read
- La cúpula, Stephen King
- El matadero, Esteban Echeverría
No hay comentarios:
Publicar un comentario