lunes, 10 de julio de 2017

EL CAPOTE, DE NICOLAI GÓGOL, UNA VERSIÓN LIBRE



Siempre me ha parecido que el cuento de este autor ruso tenía mucho de los cuentos para niños. Permítanme que se lo cuente  a mi manera y con las licencias que me han parecido oportunas y que Gógol me perdone.


"Había una vez un hombre, bajito y feo, que vivía en  un  lejano reino donde nevaba a paletadas y  hacía siempre frío. Su  madre, Marina Ivanova, lo había hecho bautizar con el nombre de Akaki,  sin saber -o tal ve sí lo sabía-  que una  maldición caería infaliblemente sobre quien portara de nuevo ese nombre: acabaría metido en una oscura covacha  del  Palacio de Invierno, cubierto de un capote harapiento y copiaría, hora tras hora, un legajo del Zar, siempre el mismo  legajo en que se dictaba  La Ley. La maldición se cumplió  puntualmente  el decimosexto cumpleaños de Akaki.

Desde el primer día al antepenúltimo de la vida trabajosa del copista ,  los bufones  y enanos  del Zar desfilaron   por delante  de su mesa  remedando el gesto de los emperadores ante el excitado público  del Coliseo ; el  pobre amanuense, ya añoso,   no pedía sino que le dejaran copiar y copiar y copiar en en paz . Ninguna queja más que esta y ningún deseo más que el que sabrán enseguida se le oyó proferir a Akaki. Solamente una vez, una noche en que se dirigía a su tabuco,   le asaltó un anhelo: quería sentir  el calorcito  del que hablaban  los transeúntes  que corrían  a sus casas  tras acabar su jornada de trabajo.

Una sastre,  conocido desde la noche de los tiempos como Gregorio,  iba a concederle  el deseo, no sin antes hacerle pasar a Akaki las de Tántalo. El caso es que al alba de un día de abril, el copista,  demacrado y lívido, se levantó a tientas de su camastro, encendió un fósforo  y  vio, deslumbrado, un capote de elegante paño en el gancho de la puerta donde hasta entonces había colgado su raído capote . La visión reapareció con cada cerilla hasta que Akaki creyó el hecho sin preguntarse por la causa, puesto que Akaki no estaba para filosofías . Al final, se vistió del capote y de inmediato sintió  que su cuerpo y su alma  ganaban en altura y corpulencia, incluso, si me apuráis, en belleza.

Entusiasmado, palpándose el pecho  con  sorpresa, se encaminó esa mañana  a la oficina como si fuera un hombre nuevo. Bufones y oficinistas suspendieron hostilidades y lo recibieron alborozados y bondadosos;  el propio  Soberano que- conjeturan- había suspendido su terrible   ley  por unas horas,  le permitió acudir a una fiesta en un saloncito de Palacio en cuya chimenea chisporroteaban  el roble y el sándalo.  Bebió, comió y fue dichoso.   Con las campanadas de medianoche, cuando el fuego aún danzaba con desverngüenza, Akaki,  poco trasnochador por naturaleza,  abandonó a hurtadillas la fiesta. Todavía un poco achispado, se encaminó al guardarropa en busca de su capote,  lo recogió del suelo donde alguien lo había pateado  y se sumergió de nuevo en la penumbra de las calles.

A cuatro manzanas del  Palacio, entre la tenue luz amarillenta de dos  farolas, unas sombras peludas le arrebataron el capote sin que de nada le sirviera revolverse  y revolverse como un pelele en la horca. Abatido, Akaki recorrió  durante tres días los despachos de jefazos y jefecillos  suplicándoles que  hicieran su deber para que él,  fiel copista  de su Majestad, recuperara su capote. Por fin, fue recibido  a regañadientes por  un  ministro,  íntimo consejero  del Zar, que no tardó en echarlo a empellones, puñetazos y patadas. Akaki salió de allí maltrecho de alma y de cuerpo.  No se sabe cómo logró llegar a su guardilla; dice su patrona que solo   sacó fuerzas  de  flaqueza por no acabar como perro sarnoso en  medio de la calle.  La noticia de su muerte no ocupó  ni preocupó  mucho tiempo  en los atareadas recámaras de Palacio. El Servidor de la Ley  había oído hablar del suceso  y había sentido como un amago de arrepentimiento por sus patadas , pero no sería sino  dos semanas después cuando iba a cobrar conciencia de su falta.

Una noche de abril, cuando El Alto Representante se dirigía a la casa de su amante Carolina Ivanovna , al pasar por el puente de Kalenik, se levantó un viento feroz que alzó su elegante capote. Se volvió enfurecido, como si el viento también estuviera bajo su jurisprudencia, y el horror paralizó los músculos de su rostro: como un espectro, Akaki  le sonreía sardónico mientras apreciaba el paño del capote del Señor Ministro, amigo íntimo de su Majestad: "Se parece mucho al mío, ese que usted no quiso recuperar y... yo necesito un capote",  reseñó fríamente y desapareció  súbitamente  tras los árboles de la noche.  En la capital del Reino, no quedó nadie que no especulara sobre las apariciones del Muerto y hasta se hizo un itinerario con chinchetas clavadas en el mapa de la capital.  Se habló de Akaki más de lo que se hubiera hablado en vida  aunque hubiera tenido siete.


Los transeúntes nocturnos  que se apresuraban  a refugiarse al calor de sus hogares volvían  su cabeza a los cuatro puntos cardinales, temerosos de la aparición del fantasma del copista. Innumerables capotes fueron arrebatados en los último días de abril. Sin que nadie supiera a qué atribuir el cambio, el Ministro de su Majestad hablaba en  un susurro respetuoso  a sus subordinados, como si temiera  que ellos también se convirtieran un en fantasmas robacapotes. Un día, nadie sabe precisar  cuál, el alma de Akaki descansó  en paz, aunque todavía hay  quien afirma que, de vez en cuando, vuelve a robar algún capote a los transeúntes  para que sepan,  aunque solo sea por unas horas, qué es el frío."

Aquí tiene el texto, muchísimo más valioso de Gógol

http://ciudadseva.com/texto/el-capote/

Y aquí un vídeo de Youtube donde pueden escucharlo:

https://www.youtube.com/watch?v=Q2wx0fM5lcw





sábado, 8 de julio de 2017

LAS ARMAS SECRETAS Y LOS SECRETOS DE UN NARRADOR




Las armas secretas es un libro de cinco relatos publicado por  Julio Cortázar en 1959. En concreto, el que le da título a toda la colección es el quinto. Parece ser que Cortázar partió de este suceso real:


“Michèle, una mujer de 24 años, fue violada por su pareja el jueves pasado; ella ya había sido violada anteriormente, pero el caso no se denunció  por temor". Fuente: http://lasarmascretas-juliocortazar.blogspot.com.es/
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Podría ser este el resumen escueto del relato. Con este material mínimo, el autor argentino escribió un cuento  fantástico donde, para confusión y deleite del lector, el plano temporal del pasado resurge en el presente y  no solo a través del recuerdo, como nos es común. Cortázar va dando pistas sobre  dos relaciones terminadas  en violación , sucedidas con un intervalo de 7 años y  cometidas por Pierre... o  ¿no era Pierre el primer violador? Las preguntas se nos imponen: ¿el pasado queda vivo?, ¿ el tiempo es un eterno retorno?, ¿estamos condenados a repetir el horror ? El lector juzgará. Por lo demás, el autor  logra crear ese clima obsesivo que tanto admiraba  en las narraciones de  Edgar Allan Poe. Cuando lean el cuento, fíjense en estas chinitas que va dejando caer   el autor y que solo cobran sentido al final:



Los cigarrillos  Gauloise  que fuma Pierre


La escopeta de doble caño


El color del pelo de Pierre


La bola de vidrio  de una escalera


Un lugar  llamado Enghien


Im wunderschönen  Monat  Mai  Un canción cuya melodía le gusta a Pierre
La hojarasca
Los cerditos
El camisón rosa y los pantalones grandes



Si quieren leerlo en Internet , aquí tienen el enlace:

http://www.literatura.us/cortazar/armas.html

Les dejo también un vídeo por si alguien quiere escuchar el cuento en vez de leerlo, una práctica que cada vez tiene más adeptos.

https://www.youtube.com/watch?v=MSLPEYe5OCQ




5 MOTIVOS HETERODOXOS POR LOS QUE LEER LOS PAPELES DE ASPERN DE HENRY JAMES






A veces encontramos  una de esas joyas literarias de tanto valor que la queremos regalar a quien apreciamos, seguros de su  sensibilidad para disfrutarla. En este momento tengo en mente a esa persona .Los papeles de Aspern  es un hermoso  obsequio para ella:

1. Porque  seguiría   la historia evidente ( la que entiende el lector apresurado) y esa otra que discurre como un río subterráneo del que solo se escucha un leve murmullo.

2.Porque en toda ciudad a la que llega busca dos tipos de lugares : sus librerías y sus jardines más íntimos. Estoy segura de que le gustaría que existiera el jardín de Venecia donde crecen las   flores envenenadas  de la novela.

3. Porque  tiene un poco la moral de Juliana en relación a los vestigios del amor .
4. Porque  detesta Venecia  y cambiaría de opinión leyendo esta novela de James Henry.
5. Porque me preguntaría si realmente existió un poeta llamado Jeffrey  Aspern  y se alegraría mucho de escuchar mi respuesta.




HISTORIAS SOBRE RAÍLES (SEGUNDA PARTE)


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En el tren, por lo tanto, estamos en marcha a la vez que inmóviles y supuestamente protegidos en un espacio interior y reconocible. Desde luego, la ficción familiar se derrumba por resultar forzosa una convivencia con extraños. Precisamente, esa reunión azarosa  es un componente que los narradores han explotado profusamente en sus relatos. Compartiendo varias horas, incluso días de viaje en una inevitable proximidad física, el pasajero, que suele ser el protagonista, va a entregarse a fantasías eróticas o erótico-románticas y si es posible, al contacto real más o menos velado. Hay, por decirlo así, toda una erótica de los viajes en tren. Por supuesto que no es una novedad absoluta. Ya sucedía algo similar en las antiguas diligencias en las que la proximidad de una siempre misteriosa dama arrebujada en el rincón del vehículo despertaba las fantasías de algún pasajero soñador o despierto.

Por otra parte, el tren resume un aspecto de la modernidad urbana: el contacto con seres anónimos vuelve a los individuos más suspicaces y, necesariamente, más observadores No serlo puede ponerlos en peligro. Las dotes de observación serán extraordinarias, -como en el caso de Sherlock Holmes, que de la corbata de un viajero podía hacer un tratado de psicología más otro de sociología- u ordinarias o deficientes. Las apariencias externas de los viajeros y la capacidad de interpretarlas, de darles el significado correcto son   importantes en el espacio del tren. Recordemos las prolijas descripciones que nos hacían tanto los autores románticos como los realistas en el siglo XIX. Los personajes, por decirlo así, llevaban su historia puesta aunque no siempre era fácil leerla e interpretarla.

Asimismo, por ser un encuentro largo y efímero, un viaje en tren es también idóneo para confidencias que no se producirían, seguramente, en otros contextos . Pensemos, por ejemplo, en la Sonata a Kreutzer de Tólstoi: el protagonista cuenta su caso ( por qué llegó a asesinar su mujer) a un compañero de compartimiento que lo escucha compasivo. Ha habido escritores más audaces, como Patricia Highsmith, en Extraños en un tren. Planificar fechorías  con un desconocido durante un viaje en tren no parece muy habitual, pero sí original.

En definitiva, la narración se nutre de las relaciones humanas y de una dialéctica entre lo conocido y ordinario y lo desconocido y extraordinario. No cabe duda de que el tren ofrece un escenario privilegiado para combinar esas tensiones.


viernes, 7 de julio de 2017

¿QUÉ TIENE EL TREN PARA QUE EN EL OCURRAN TANTAS HISTORIAS DE LA LITERATURA?




 Entre mis novelas  preferidas  están  algunas que transcurren en un tren de largo recorrido En esta nuestra época en la  que aspiramos a  ser teletransportados evitándonos el camino, confieso que he elegido muchas veces el tren para viajes largos, pese  a la supuesta pérdida de tiempo. Como viajera y lectora, me he preguntado más de una vez : ¿qué tiene el tren  para que se amalgamen tan bien  literatura y viaje ? Lo primero que se me ocurre es que ambos  unen  "lo estático" y  "lo dinámico": estamos quietos y nos movemos , protegidos en un espacio y dirigiéndonos a otro. 


El tren  tiene algo de refugio familiar y de  lugar donde puede puede suceder lo inesperado  Hay que recordar que  se pretendía que los viajeros disfrutaran en el tren  - hasta donde su bolsillo se lo permitiera- , de las comodidades caseras, que experimentaran la sensación de tener en el compartimento, en  el coche cama, en el vagón restaurante , un refugio  del frío, de la lluvia, de la noche mientras el tren atravesaba la  oscuridad  que cubría  campos, estepas nevadas, ciudades en penumbra... Esa intención de remedar el ambiente del  hogar era mucho mayor en los ferrocarriles del siglo XIX; muchas cosas lo evocaban : las cortinillas de los compartimientos, las mesas del restaurante  junto a las ventanillas, los percheros, las puertas correderas  con sus llaves, los asientos  tapizados, los espejos, los cuadros... Ese remedo recuerda  al que intentaban  los hoteles.  Recuerden, si no, el ambiente  que recreaba Agatha Christie en Asesinato en el Oriente Express. O vean esta estupenda película:





Por otra parte, las estaciones, los apeaderos  los andenes son lugares donde empiezan  o acaban historias o sufren   giros significativos : despedidas, recibimientos, huidas, persecuciones, citas o flechazos  amorosos, por no hablar de muertes y suicidios.

Ahora hay más viaje rutinario.  No siempre ha sido así.  Durante el siglo XIX y  hasta los años 70 del siglo XX el viaje estaba ligado a algo sustancial de la vida. Viajar era romper con la rutina, separarse,   arriesgarse, ir al encuentro de algún problema distante,  ir en busca de algún sueño  o del olvido. Incluso cuando se viajaba  por negocios no dejaba de constituir una pequeña odisea. Los escritores vieron muy pronto las posibilidades narrativas del tren e hicieron viajar a sus personajes por todo territorio donde corrieran raíles.


Fin de primera parte

LOS PAPELES DE ASPERN DE HENRY JAMES LLEVADA AL CINE




No hago esto muchas veces :  ver una película y luego leer la obra en la que está basada. Sin embargo, creo que no es un mal método para iniciarse en la literatura, y sobre todo para  degustar ciertas obras en las que ya no se está acuciado por el desenlace: se conoce de antemano y uno se entrega sin más al placer  de cada línea.  Les dejo aquí la película ( tiene subtítulos en inglés).


jueves, 6 de julio de 2017

LA NOVELA DEL AJEDREZ DE STEFAN ZWEIG, UNA NOVELA IMPRESCINDIBLE DEL SIGLO XX


Hace unos cuatro meses , en el mercadillo de libros de la Plaza Nueva, me comentaba un comprador asiduo que empezaba a estar desesperado:  un libro lo llevaba a otros cinco y esos cinco a otros  25. Todos  ustedes sabrán qué es el crecimiento exponencial.  Sentir un deseo tan grande  de leer tanto es una  fuente de placer y de sufrimiento. ¿Quién  no tiene un  listado, sea en  una  libretita,  en un notebook o en  la memoria con esos títulos  indispensables   que nos  hemos prometido leer ya ? Y… ¡ ya, ya! , la lista va creciendo  y acabamos  por concluir que no  nos da la vida.
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Ese domingo, a pie de estantería, mi amigo y yo  sacamos del montón una novela de Primo Levi que yo acababa de leer con enorme admiración. Se la recomendé inmediatamente; a cambio él me recomendó La novela de ajedrez  de Stefan Zweig por eso de que trata el mismo tema y es también de un autor judio y, sobre todo, porque es  una novela magnífica . Yo les recomiendo encarecidamente que lean las dos y se darán cuenta de que han  topado con  dos de las mejores obras de la Literatura Universal, así, con mayúscula, no se arredren.


En  Si eso es un hombre   al protagonitsa-narrador-autor nos narra el aniquilamiento de la identidad  de los individuos por medio de las innumerables torturas cotidianas, físicas y psicológicas en un campo de concentración. Levi huye de la grandilocuencia y del melodramatismo. Es impresionante su contención verbal y su determinación de ser un testigo neutro de algo que sufrió  en carne propia.


La novela de Zweig se sitúa en ese mismo periodo histórico y aborda también la destrucción del individuo por medio de una refinada tortura psicológica. Uno de los personaje  de la novela, el Doctor B,  es  apresado por la Gestapo y  aislado en la habitación de un hotel. La mente no tiene ningún asidero, no puede sino girar en pensamientos que la fagocitan. Es así debilitada para someterla a interrogatorios intempestivos. El doctor B está a punto de sucumbir a esa tortura  psicológica  cuando roba un libro de un bolsillo del abrigo de unos de sus captores. Aquí introduce Zweig otro tema de una manera muy interesante. La salvación provisional le llega al personaje por la lectura . El autor le dedica a los libros  una de las loas más emotivas de la literatura.

El libro, como pueden imaginarse por el título de la novela, es de ajedrez, de  jugadas  entre los grandes maestros. Al principio, el prisionero se decepciona, luego se aferrará al libro. Durante un tiempo  su lectura lo ayudará a fortalecerse frente al enemigo; después, cuando  aburrido del libro, juegue mentalmente  al ajedrez convirtiéndose en el  jugador de las figuras blancas y el jugador de la figuras negras en la misma partida, enloquecerá.Vive  un desdoblamiento dentro de sí, como si hubiera incorporado las razones del bando amigo y las del bando enemigo. Dicho de otra manera, el enemigo pasa a formar parte de él , ya no está  fuera.

Una vez liberado, durante un viaje marítimo, acaba yendo en el mismo barco que el campeón  mundial de ajedrez. Es aquí donde se  vuelve a reproducir el desastre. El final, para qué negarlo, es desolador y hace entender un poco mejor por qué Zweig puso fin a su vida en 1942; la novela la escribió en 1941.




5 MOTIVOS HETERODOXOS POR LOS QUE LEER EL CORONEL CHABERT DE HONORÉ DE BALZAC



MOTIVOS NO FALTAN PARA LEER EL CORONEL CHABERT DE H.DE BALZAC




Leer esta novela corta de Balzac plantea muchas cuestiones:

 ¿ Nunca te has preguntado qué sucedería si en todos los archivos aparecieras como difunto y  no tuvieras forma de demostrar que tú eres tú? La pérdida de la identidad civil parece hoy imposible, pero tal vez no lo sea. Esta novela nos adentra en una angustia que nos es generalmente desconocida. Toda una experiencia inquietante.

2. Parece que nuestra sociedad, en la que se exalta a los triunfadores, a los emprendedores,  quiere que ignoremos el camino a la inversa: la de aquellos que vivieron en la cumbre y acaban en la más profunda de las miserias. El camino de caída parece más habitual ¿no? Esta novela explora ese camino.

3. Dicen que a los demás los conocemos en nuestros momentos de mayor desgracia. Esos momentos ponen a prueba  la amistad, el amor de nuestra pareja, el cariño de nuestros hijos... Afortunadamente, parece decirnos Balzac, la muerte nos protege de conocer otros secretos insondables de esos sentimientos.  Un componente de la gran tragedia de Chabert es tener que conocerlos.

4. Todas las ciudades tuvieron y tienen  barrios espantosos  en su sordidez  y desesperanza . París también los tuvo y los tiene. Ir a ellos es siempre  un viaje a los infiernos. Ya que no tenemos mejor máquina del tiempo que la literatura, la obra de Balzac es un modo estupendo de viajar  a ese infierno parisino del siglo XIX. Cabe preguntarse qué hay construido hoy en día sobre ese  lodazal que pisó el coronel Chabert.

5.¿Eres de los que no se deja imponer la visión del narrador sobre los personajes? ¿Eres de los que buscan distintos puntos de vista para conocer a los demás?  La mujer del coronel Chabert aparece en la novela como  una  arribista sin escrúpulos  . Desde luego moralmente parece necesitar un buen abogado.




miércoles, 5 de julio de 2017

LA NARRACIÓN MÁS ESTREMECEDORA QUE HE LEÍDO NUNCA




DESDE QUE LEÍ ESTA NARRACIÓN NO PASA UN  DÍA EN  QUE NO LA RECUERDE. QUIEN AVISA NO ES TRAIDOR





10 MOTIVOS VARIOPINTOS POR LOS QUE LEER LA SONATA A KREUTZER DE LEÓN TOLSTOI





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Se me ocurren muchos motivos por los que leer esta novela de Tolstoi. Los más evidentes, como que es una obra de un autor universal  me los saltaré. Los animo a leer esta novela si se identifican con alguna de estas ideas:

1. Me gusta viajar en tren y leer novelas cuyos personajes...viajan en un tren.

2. Me interesa mucho saber  por qué y cómo se deterioran los matrimonios .

3. Me gustaría empezar a leer  buena literatura, pero no puedo con novelas de 500 páginas, ni siquiera de 300.

4.  He sentido en mi vida muy poderosamente los celos hacia mi pareja , pero no sabría expresarlos verbalmente. Quiero leer una obra en la que estén  muy bien descritos.

5. Leí la novela de Ana Karenina y me impactó. Quiero leer algo más de León Tolstoi.

6. Dicen que la mujer de León Tolstoi se ofendió mucho  con esta novela de su marido. Al parecer se vio reflejada en ella. Aunque es algo ocurrido hace muchas décadas,  me gusta este tipo de morbo.

7. Quiero regalar un libro a un amigo melómano. Seguro que me toca la sonata a Kreutzer en la próxima cita.

8. Quisiera leer una novela cuyo personaje tenga  una visión de la sexualidad muy diferente de la mía. No siempre voy a leer aquello que coincide con mis ideas.

9.Participo en una tertulia literaria y no sé qué libro proponer. Como hay hombres y mujeres en ella ,seguro que la  Sonata a Kreutzer enciende el debate. Igual hasta hay que avisar a los bomberos.

10. Voy de vacaciones a Rusia  y no está mal saber algo de su literatura.


lunes, 3 de julio de 2017

LA SONATA A KREUTZER, DE LEÓN TOLSTOI, UNA LECTURA QUE NO DEJA INDIFERENTE




La sonata a Kreutzer  de León Tolstoi



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     Han pasado más de tres décadas de mi primera lectura de La sonata a Kreutzer. En esos años, mi biblioteca ha sufrido cribas: muchos de los libros que pasaron por mis manos estarán hoy en otras sin que yo los haya echado de menos. Sin embargo, esta novela breve de Tolstoi  ha resistido en mis estanterías .

     Recordaba solamente que  sonaba en la obra una sonata de Beethoven que busqué  ardorosamente por Madrid en  un tiempo en  que no existían las facilidades de Youtube. No obstante, si  me hice el propósito de releerla, la debí de catalogar de muy buena o,tal vez, algo hubiera quedado pendiente en ese diálogo  que es toda obra literaria.  Me inclino por esto último. Por los subrayados que he encontrado en la vieja y defectuosa  edición  de SARPE, comprendo que  a aquella joven universitaria que era yo entonces la perturbó y la indignó la visión de la sexualidad del protagonista, trasunto inequívoco de un Tolstoi en crisis religiosa, ya viejo, y con una relación matrimonial, a lo que parece, infernal.  Hoy, 3 de julio de 2017, he alzado varias veces la ceja derecha al leer algunos párrafos de la novela,  pero  más por el intento de entender cómo se originan estas ideas  que por indignación. En  esta segunda lectura he pensado también que es una obra  estupenda para leerla en grupo, en una tertulia inteligente donde cada lector aporte su punto de vista, el que  nace de su experiencia lectora y humana, porque el tema planteado por Tolstoi  no ha, ni mucho menos ,caducado.

     Desde un punto de vista literario, veo  hoy el sermoneo de gran parte de la novela  como un gran defecto, propio de autores principiantes del Realismo, a quienes dominaba el  deseo de convencer de una tesis  y utilizaban técnicas literarias que sirven para su imposición. Durante muchos capítulos desaparece el gran novelista y aparece un predicador pesado y poco convincente, pese a toda la cancha que le da el autor al protagonista  no permitiendo que otros puntos de vista se le opongan seriamente: los otros personajes que se reúnen en el compartimento del tren, tras una pobre intervención,  se duermen o se apean, con lo que su presencia no enriquece en nada el relato.  En tono confesional el protagonista, Pozdnyshev, le narra su historia  a otro viajero del tren que lo escucha con empatía. El protagonista, tan convencido de que ha alcanzado una gran verdad, no lamenta sino que la sociedad corrupta y depravada  en la que vive no sea capaz de entenderla y vea en él solo un tipo movido por un sentido del honor convencional y melodramático. Afortunadamente, el gran novelista reaparece cuando el protagonista  rememora la escena en que su mujer y su presunto amante Trujachevsky ejecutan la sonata a Kreutzer. Luego,  su estado emocional alterado,  su viaje de vuelta a casa para sorprender a su mujer  con su amante, el estado de caos de la casa...todo está escrito magistralmente. Solo por esta parte merece la pena leer la novela e incluso releerla.