lunes, 27 de mayo de 2024

RETOMAR ESTE BLOG

 


Querido Kuitxi:

Quizá sea este el monento de retomar este blog y escribir en él parta ti.

9 comentarios:

Kuitxi dijo...

Siempre hay un primer momento para todo. Ser invitado especial para reanudar un Blog que se hallaba varado. Tabaqueria me envias. De Pessoa. Lo había leído y, sin embargo, cuando Pessoa me atrapa con su palabra hasta hacerme pensar y sentir como él piensa y siente, intuyo que sí hubo un dios que envió a su Hijo a esta Tierra nuestra en la que no terminamos de encontrar a las personas que necesitamos. Tal vez, tú, Blimunda. Que me regalas la palabra pero me niegas tu cuerpo para ese abrazo necesario, aunque fuera póstumo.
Eskerrik asko!
"y escribe, escribe y escribe...
Así como Fabelo pinta y pinta y pinta...
Lo que han escrito y pintado tal vez sea lo que han reído y llorado. Lo que han soñado.

Squirrel Ardilla dijo...

Sí, Kuitxi, esa es la palabra, se encontraba varado, en la tripa de alguna nube devoradora de blogs en el ciberespacio.
La idea de los blogs en el fondo es esa que tú señalas: terminar de encontrar a las personas que necesitamos!.
Por qué iba a ser un abrazo póstumo, Kuitxi? Si algún curioso es dirigido a este blog por los misteriosos algoritmos se va a preguntar qué historia es la nuestra... buena pregunta ¿qué historia es la nuestra? La que aún pertenece al futuro.

Kuitxi dijo...

Tienes tanto de Fernando Pessoa, que he llegado a pensar que eres la heteronima que el poeta nunca quiso reconocer. ..por competencia desleal: "Escribe mejor que yo", dicen que le confesó Álvaro de Campos a Mario de Sa - Carneiro

Kuitxi dijo...

El día en el que José Saramago renunció a la literatura. Cuando dijo, Iré quitando capas hasta dejar en cueros la palabra...
Fue una mala noticia. Equivalente, sea para mi todo el odio del mundo por comparar, a aquella tarde en la que, regresando a casa desde mi cole de La Salle de Sestao, un niño, Joaquín se llamaba el canalla, me dijo que "los reyes son los padres". Pretendia dañarme. Sin embargo, recursos de un crio, yo le salí por donde él no me esperaba: "Cada pueblo tiene sus propios Reyes; de ahí que sean capaces de llenar de regalos todas las casas del mundo, así las habiten creyentes, agnósticos e incluso ateos". No recuerdo cómo terminó aquella trifulca entre seres de dos mundos diferentes...
Saramago, al que tuve el placer de conocer, así como a su encantadora esposa, Pilar del Río, se declara ateo. Un 'sin Dios', y, sin embargo, autor de esa maravilla llamada 'El evangelio según Jesucristo'. Como, a punto de fenecer el siglo XX, escribí en el diario DEIA, "el libro es una invitación a los ateos para entrar en la casa de la 'palabra que se hizo carne; y a los católicos, para que duden de todo menos del amor cuando se entrega a cambio de un único beso. Aunque tan solo fuera por la descripción de un Jesús crucificado pintado por Durero que oficia a modo de prólogo, el libro tendría sentido. Pero como Saramago era todo él poesia, su novela es de una belleza desgarradora. Cada palabra. Cada frase. Cada párrafo. Creyente o ateo, 'su Evangelio'
tan bien elaborado se convirtió en un reto para para esa Portugal que decidió "no pagar a traidores" de la talla de uno de sus hijos más virtuosos. Más allá de lo religioso, el 'evangelio de Saramago' consigue lo que Fernando Pessoa ya había logrado: ¡desasosegar!. Y hacerlo con las palabras que tanto hieren como curan: ¡literatura!...
Junto a él, a la par, yo diría que por encima, nace y crece "El año de la muerte de Ricardo Reis". Un homenaje a su admirado Pessoa. Saramago, Reis y Fernando buscándose entre sí por las calles de Lisboa, mientras encuentran las huellas de Álvaro de Campos, Caeiro y Bernardo Soares.
'Memorial del Convento'. Esa novela que dejó prendada a Pilar del Río hasta el punto de que ella pasó a llamarse Blimunda Sietelunas, y Saramago encontró su heteronimo ideal en Baltasar Sietesoles.
'La balsa de piedra'. En ella navegué para estremecerme contemplando la manera tan poética que Pedro Orce escogió para morirse; y lo impresionante de un perro lamentándose al modo de los humanos.
A partir de aquí fue cuando José Saramago se fue con la literatura a otra parte. A resguardo la dejó en todas las bibliotecas del mundo. Y fue así que empezó a predicar cual político que denuncia las maldades de este mundo. Sin literatura. Sin poesía. Me dejó sin su trigo. Desnudo me sentí. Adán, Cain, expulsados del Paraiso. Por mi parte, empecé a vagar. Marca negra pintada en mi frente. Hombre solitario que divisa a Noé al pié del Arca que estaba construyendo. Como dejó escrito en su último libro completo, "La historia ha terminado; no habrá nada más que contar". Qué pena.

Kuitxi dijo...

Dado que la noche debilita los corazones, he decidido callar.
Porque cualquier comentario, así sea literario o poético, podría ser utilizado en mi contra.
Te echo de menos, Squirrel Ardilla.
Tuyo siempre. Kuitxi.

Kuitxi dijo...

Post-Scriptum: Porque otro pie de foto tuyo bastaría para curarme. ¡Escribes tan bonito!

Kuitxi dijo...

Leer. Escribir. Hay los que leen pero no escriben. Los escritores leen, pero no tantos libros como desearían. O sí: los 'leones'. Yo sé de una amiga que va a libro por semana; pero no escribe.
Siento que, de tanto dedicarle tiempo a la escritura, mi lectura es lenta y espaciada.
Si a alguna de ustedes les dijeran, O leer o escribir, con cual de los dos placeres se quedarían...
Soy consciente de que esta situación solo se daría si Quimera fuera un ser real...
Entre la deuda de escribir y el placer de leer me debato...
Si alguien sabe de esto, le ruego información

Kuitxi dijo...

Amigo, muy amigo, también, de los relatos o cuentos cortos.
Si tuviera que decantarme por el mejor relato corto que he leido, mi elección sorprendería a todas las personas que entran en este blog...
En Muskiz [Bizkaia] se celebra, o, al menos, se celebraba un Certamen al que se presentaban relatos cortos llegados desde puntos tan lejanos como la América de Bolibar y José Martí.
Dado que los mejores terminaban siendo editados libro por libro, a mi casa llegó un recopilatorio en el que se incluía lo mejor que hasta ese momento había leído. Debería haber sido premiado con la medalla de oro; tuvo que conformarse, sin embargo, con la plata: para gustos, los colores.
Procedente de Caravaca de la Cruz [Murcia], Miguel Sánchez Robles firma una obra soberbia: "Abundio y yo".
Ácido, disparatado, jocoso, cruel, divertido. Uno de los relatos con los que más me he reído.
"Mi amigo Abundio suele decir: la mujer que más te gusta imaginatela cagando"...
Dos amigos que no ceden. Que no se entregan. Que no se pierden entre lo impersonal de una sociedad que nos va marcando los tiempos. Para su amigo Abundio y él, no haber caído en la trampa soporífera del casamiento y la tenencia de hijos conlleva dignidad y poder ir por la calle con la cabeza bien alta.
Carcajadas inevitables. Ese punto de amargura que conlleva el no ceder. Sonrisas y lágrimas. Como en el cine. Como la vida misma. "Abundio y yo". Miguel Sánchez Robles. Caravaca de la Cruz. Lignnum Crucis. Leanlo. Se ganaran el Jubileo.

Kuitxi dijo...

El alfiler carga la lana en beneficio de la fama que le reporta a la aguja. Alfiler literario. Cabeza en un extremo, punta afilada y diminuta en el otro. No da para más. Y sin embargo, cuando a ella se le dio a elegir para nominar su blog de cabecera, se decantó por el alfiler. Ella sabrá. Pero no estando la mujer para juicios de valor, sea el usuario el que a estas horas de la tarde la concite en el lado oculto de la nube, ese que cuando se pincha provoca el desbarajuste gaseoso que a la tierra le regala el agua, tan necesaria ella, nieve en las alturas a las mujeres de buena voluntad, y granizo que castiga los cultivos que se labraron donde no se debía.
Alfiler literario. Por qué sería. Quizás se trataba de ir contracorriente. Litigar con la famosa aguja del pajar. Tan difícil encontrar una como la otra. Se trata de las ganas y el número de personas que este blog sea capaz de movilizar.
Alfiler literario, en todo caso.
Tan solo pensar agota. Un camello pasando por el diminuto hueco que se le hizo a esta pieza por la que el fino hilo pasa siempre que se le haya mojado con la saliva del sastrecillo valiente, Ángel, pobres los ángeles custodios, que nunca llegan a salvarnos. Pobre él, el cabeza de familia del número 3. Una tarde se le vio subir, y hasta saludar al que él llamaba cariñosamente 'txaparro' o 'txaparrete'. Una tarde cualquiera, como cualquiera era aquella tarde en la que no consiguió remontar el último tramo pedregoso que le dejaba a la puerta, a las puertas, tantas eran, puertas del campo de futbol de La Florida, la puerta de su casa, que no alcanzó, desde el balcón de la casa de Narciso, alcalde de La Florida llamado, le divisó el fantasma de Diego, el grumete que se embarcó con Cristóbal Colón para nunca más volver.
Como si fuera el turco Santiago Nasar de seguido a ser apuñalado por los hermanos Vicario con cuchillos de destazar cerdos, Ángel va dando tumbos, con sus manos tapándose la tripa para que las vísceras no se le caigan y las pise. Qué más da. Nada se sabe que no sea su pecho, ya muy cargado y deshecho, su corazón latiendo como laten los relojes de pared cuando el tiempo les apremia y suenan como si fueran las campanas de una iglesia. Por él habrán de doblar, como poco tiempo atrás lo habian hecho para advertir al vecindario de que el tiempo de Lucio en esta vida había llegado a su fin.
Ángel y Lucio. Lucio y Ángel. Los aliviadores. El primero, con la música del acordeón y su trompeta; el segundo, cose que te cose, aguja que no encuentra porque el pajar de Pepin es denso y como sin fondo. Mejor si nos quedamos con el alfiler literario que Blimunda reanudó para "mi querido Kuitxi..