miércoles, 2 de enero de 2019

La conjura contra América, Philip Roth

                                                     

Decía Belén Gopegui  en una estupenda conferencia sobre Guerra y Paz  que la genialidad de Tolstói radicaba, entre otras cosas, en captar las conexiones entre la Historia ( los acontecimientos transformadores del devenir de la humanidad) y las historias ( esos  frágiles y, en apariencia, deshilvanados  hilos del acontecer cotidiano de individuos anónimos). La conjura contra América de Philip Roth comparte esa habilidad del autor ruso:  los grandes hilos históricos se tejen  con las pequeñas hebras cotidianas;  en términos de Unamuno,  Roth van dibujando en el mismo tapiz la  Historia y  la Intrahistoria.

Parte Roth de ese ejercicio que nos planteamos no pocas veces: ¿Qué hubiera pasado si Napoleón hubiera triunfado en España?¿ Qué habría sido de Europa si no hubiera habido dos guerras mundiales en el siglo XX? Sobre lo que especula Roth es sobre la posibilidad de que un nazi ( Charles Lindbergh), aupado por un fuerte movimiento de masas, hubiera vencido en las elecciones a Roosevelt   y  hubiera llegado, por tanto,  a la presidencia de los Estados Unidos en el mismo periodo en que Hitler  expande la guerra por Europa. Dicho técnicamente escribe una ucronía. El punto de vista que adopta es el de un muchacho judío ( un tal...Philip Roth)  que intenta descifrar las reacciones de los adultos que lo rodean.

Acierta Roth  en el ritmo narrativo:  muestra  la latencia de ideas antisemitas en la sociedad norteamericana, la infiltración corrosiva de estas y su propagación venenosa: primero, subterránea; después,  arrogante. El muchacho ve cómo su vida, la de su familia, la del barrio se ve  profundamente trastornada a ese mismo ritmo.  Resistiendo a medidas  políticas insidiosas contra los judíos, pegados a la radio,  los Roth ven el avance del nazismo  como una ola que de un momento a otro se abatirá sobre ellos como un tsunami de terror. La Alemania nazi  ha hecho eclosionar el huevo de la serpiente en Estados Unidos  sin que el país  reaccione durante mucho tiempo a la destrucción de la democracia. Tan hábil es el autor  en el cruce entre  la Historia,  la "Historia ficción" ( ucronía) como en las escenas familiares de los Roth. Incluso las  menudas anécdotas infantiles cobran su significado a la luz de los grandes acontecimientos.

Seguramente, Roth escribió esta novela como una seria advertencia de que  en Estados Unidos no es imposible que triunfe el fascismo, que ese escenario tiene que ser contemplado.  No sé si desde 2004, fecha en que  publicó esta novela, la vista de Roth alcanzaba a nuestro 2019. Ustedes dirán.




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