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miércoles, 29 de julio de 2020

LOS MILLONES, DE SANTIAGO LORENZO



“Los asquerosos” dio a conocer a Santiago Lorenzo a miles de lectores que no tenían noticia alguna de la existencia de este autor vizcaíno. El éxito de su corrosiva novela ha tenido el efecto de que muchos nos hayamos puesto a buscar otras novelas del autor con la esperanza de divertirnos de nuevo con su prosa delirante e incisiva. “Los millones” es un buen título: una mención a nuestra pasión por el dinero que no se anda con rodeos. Uno presiente, con razón, que no le van a hablar de finanzas, ni de ricos a los que les sale el dinero por las orejas, sino de esa gente para quien recibirlos es un milagro. Esa forma milagrosa es un premio en un juego de azar, esa esperanza tan española... Santiago Lorenzo tiene una idea brillante y jocosa: los millones le tocan a alguien que nunca antes había jugado a la loto y que se halla en situación de no poder cobrar el pastizal por vivir en la clandestinidad como miembro del GRAPO. La novela es una sátira divertida y ácida sobre la militancia en ese grupúsculo chapucero donde el protagonista es un verdadero don nadie en perpetua espera de un acción con repercusión. Es una parodia de la pretendida heroicidad revolucionaria no exenta de compasión por ese cordero solitario, desgraciado y miserable que se cree un lobo a punto de cambiar la trayectoria de la historia de España con la explosión de un artefacto casero, cuya metralla son los irrisorios utensilios de cocina de los que dispone. No menos divertida es la parodia sobre el golpe de suerte que puede cambiarle la vida a cualquiera menos a él. Parte de la novela será una lucha contra el reloj que marca el final del plazo en que puede cobrar el décimo, es decir, transformar su vida. Una metáfora hilarante sobre la ventana de oportunidad de la que hablaban los teóricos de la Revolución. Es esta la primera novela de Santiago Lorenzo , y para quien haya leído “Los asquerosos” salta a la vista que el autor está haciéndose todavía con las claves de la parodia. No siempre acierta con el tono ni con el ritmo. No siempre acierta con la frase rotunda y efectista que provoca una sonrisa a la vez que hace un rasguño en la moral complaciente del lector. Los episodios son demasiado repetitivos y previsibles; la historia amorosa entre la periodista y el miembro del GRAPO oscila entre lo cursi y lo sentimental, no solo porque los talluditos personajes parezcan torpes adolescentes sin experiencia sino porque el autor se muestra indeciso en el punto de vista del narrador. Muestran, eso sí, el gusto de Santiago Lorenzo por los personajes marginados, incapaces de integrarse en una sociedad en la que, por lo demás, integrarse significa sumarse al rebaño de imbéciles que la componen/componemos. El final es de un optimismo que nada hacía presagiar. Quizá sea irónico, no lo sé. Pese a sus defectos, es una novela entretenida, apropiada para reírnos de nuestros rancios defectos nacionales sin que nos duelan demasiado.

1 comentario:

  1. Santiago Lorenzo. Creo que Nieves me habló de Los asquerosos, de Santiago Lorenzo, o podría ser que me hubiera hablado de Santiago Lorenzo por su condición de jarrillero. Sea como fuere, una noche, de repente, o de repente en una noche, Santiago Lorenzo fue el gatopardo que Mara Torres había escogido para prologar uno más de sus 'Faros'.
    He aquí que, de repente, vaya, de repente se ha convertido en la expresión de esta noche en la que hago tiempo mientras la tele se dedica a hacer caja con insoportables anuncios entre tramo y tramo de "Cry Macho", una peli que con ganas esperaba desde que, hace una semana, la anunciaron en la Sexta. Publicidad. Enseguida estoy con ustedes, cuando Clyn se tome el descanso que sus 91 años necesitan para dejar al hijo de su mejor amigo en las manos de su padre...

    La 1:24 de la madrugada del 12 de Julio, viernes. Ella me dijo "Kuitxi" desde el inicio de la días, al menos de los nuestros, confianza que uno se toma no en vano la mujer decidió reanudar su blog literario por él, o para él, un viajero de la noche que agradeció sobremanera que Squirrell Ardilla volviera a la brega literaria en el nombre de "Mi querido Kuitxi"...

    Por Mara, por Nieves, Santiago Lorenzo ya existía antes de que Squirrell le dedicara su tiempo y astucia literaria a este hombre al que se le notaban las costuras de sastre primerizo. Bli no es tonta. Sabe de qué van los que toman una pluma y se entregan a la escritura de contenidos que jamás figurarán al otro lado del cristal del escaparate de una librería de esas que venden con diademas de trapo aquellos libros que optaron a un premio aún sabiendo de antemano que la suerte estaba echada, pagada a tocateja con Los Millones que Bli tan bien conoce y maneja.

    Leo. Y todo son libros de esos con lomo potente destinado a exagerar la calidad del contenido, pan para hoy, chorizo para mañana. Y sobre el melón, apuntar que por la mañana es oro, por la tarde, plata, y por la noche mata. Y como el pepino repite, doy por bueno este cansancio que me invita al placer, a olvidar el dolor, a besar y a querer.
    Como una botella de verde cristal que un naufrago arrojó al mar. Quien sabe, quién, si del mar que nos separa en la otra orilla no estará ella, o en la orilla del Duero arrodillada, lavandera bajo la sombra del olmo que un milagro resucitó. Árbol quiero ser. Milenario árbol. Árbol y no ese hombre que va por la vida mirando hacia atrás y sintiendo pena. Pena porque, entre la opción de ser mala persona o una bestia, escogió ser el ciervo herido de Marti que busca en el monte amparo


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