¡Desdichado quien, como Eneas,
tuvo que emprender un viaje sin retorno
no como aquel que tras vencer a Polifemo
regresa en plena gloria a su amada patria!
¿Cuándo avivaré el recuerdo de aquel azahar
que al marcharme comenzaba a echar raíces ?
¿Cuándo dejaré de caminar sobre el hormigón
que ahoga todo sueño y toda lucha?
¿Amo más lo artificioso de la luces de neón
que la cálida lumbre de los astros?
¿Más que la blanda niebla amo la negra humareda?
¿Más el duro asfalto que la espesa hierba?
¿Amo más la mentalidad geométrica de la urbe
que la sinuosa naturalidad de mi tierra?
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