Morir es retirarse, hacerse a un lado,
ocultarse un momento, estarse quieto,
pasar el aire de una orilla a nado
y estar en todas partes en secreto.
Morir es olvidar, ser olvidado,
refugiarse desnudo en el discreto
calor de Dios, y en su cerrado
puño, crecer igual que un feto.
Morir es encenderse bocabajo
hacia el humo y el hueso y la caliza
y hacerse tierra y tierra con trabajo.
Apagarse es morir, lento y aprisa
tomar la eternidad como a destajo
y repartir el alma en la ceniza.
Sabines es un poeta hábil. Supongo que ya conoces su poema Los amorosos, y hay en la red un vídeo, lo paso para quienes conocerlo:
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=YMU1RKzt9cw
Sí, conozco ese vídeo y otros cuantos colgados en Youtube. Está bien escuchar los poemas en voz de su autor. Son muchos más expresivos en la oralidad. Muchas gracias por el comentario, Fackel.
ResponderEliminarTengo una Antología de Sabines, propuesta por otra buena lectora. Quizá empiece a ser tiempo para darle su oportunidad.
ResponderEliminarGracias por recordármelo a través de este poema.
Un abrazo.