No sé si es una impresión subjetiva, desligada de los datos, pero me parece que llevamos una década, desde el estallido de la crisis en 2008, en que se ha reactivado el interés por la filosofía. En Youtube surgen youtubers que de manera más o menos brillante explican las teorías de los filósofos fundamentales de nuestra historia occidental; muchos programas de radio sobre filosofía se suben a la Red, se multiplican las conferencias y las publicaciones...
Cuando uno entra en el “modo interés” se lía gozosamente en una red en que un libro le lleva a otro, una recomendación de Youtube a la siguiente.Todo se llena de referencias. Eso me pasó cuando escuché por primera vez una conferencia de Diego Tatián sobre Spinoza:
Quedé cautivada por el filósofo holandés. Seguí escuchando y escuchando como quien ha encontrado una mina, y así topé con uno de los canales más didácticos que hay en Youtube, Adictos a la filosofía.
Fue gracias a la conferencia de Diego Tatián que caí sobre un libro de Matthew Steward, “ El hereje y el cortesano”, una obra en que se contraponen las figuras y las filosofías de los dos más grandes filósofos del siglo XVII, ambos discípulos de Descartes. Un libro estupendamente documentado en que filosofía, biografía, psicología e historia se articulan de manera maravillosa. A continuación, di con EL problema de Spinoza. Ya no se trata de un ensayo histórico sino de una novela histórica. Spinoza toma vida en sus páginas y el autor de la novela, Irvin D. Yalom, construye la trama de la novela con exquisito cuidado para no traicionar los datos biográficos que tenemos del autor (aunque, claro está, debe permitirse algunas licencias coherentes con lo que sabemos de él) y aún menos, el contenido de su filosofía. Con nitidez vemos las calles de Amsterdam y la vida de la comunidad judía en ella. Asistimos a la formación del pensamiento de Spinoza, su aprendizaje del latín, su relación con el círculo de intelectuales que lo protege, la vivencia de la excomunión, su relación con sus hermanos... En contrapunto, se nos cuenta cómo se fue formando un monstruo del nazismo: Alfred Rosenberg. Alfred Rosenberg vivió obsesionado por Spinoza (su admiración por el filósofo judío entraba en conflicto con su sentimiento de supremacía aria) y llegó a robar del museo holandés, donde se conservaba, la biblioteca de Spinoza, compuesta de unos 159 volúmenes. Yalom narra, pues, dos momentos históricos (el de la Holanda del siglo XVII y el de las décadas de auge y de poder nazi del siglo XX) creando paralelismo entre el hostigamiento que sufrió Spinoza dentro y fuera de la comunidad judía y el antisemitismo de la sociedad alemana que la llevó a una operación de exterminio judío nunca antes visto.
En la novela vemos a Spinoza como “ser vivo” y a Spinoza como filósofo con el que el psiquiatra que atiende a Alfred Rosenberg intenta que triunfe la Razón. Fracasa en su intento ya que, como bien decía Spinoza, una emoción no se embrida con la razón, sino con otra emoción. Para Spinoza, claro está, esa otra pasión era la pasión por la Razón, pero eso no está al alcance de la mayoría. El psiquiatra fracasa con Rosenberg y muestra una análisis inquietante de la imposibilidad de la razón para destruir esos monstruos.
Es cierto que a veces las situaciones parecen algo forzadas para que Spinoza aparezca en las conversaciones del psiquiatra y Rosenberg: esos diálogos resultan algo artificiales, pero, aun así, esta novela merece la pena; con ella ustedes se harán adictos a Spinoza.
Recién descubro este blog quiero agradecerles que exista. Muy buena la crítica de Tierra Alta de Cercas y la de este libro sobre Spinoza. No abunda el pensamiento crítico por estos tiempos. Los comentarios que se leen en su mayoría son un "copie y pegue" de lo que dicen las editoriales.
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