Sala central del Museo del Prado. Una luz que penetra por el techo ilumina la escena. De las paredes cuelga los cuadros de Tiziano: “La bacanal de los andrios” y “Dánae recibiendo la lluvia de oro!
Venus. (Venus cobra vida dentro del cuadro, no da crédito..., puede moverse. Primero los brazos, luego las piernas, da un salto y ya está fuera del cuadro. Desconcertada, mira a su alrededor).-¿Dónde me hallo? ¡Qué raro!
Adonis mira perplejo a Venus. Ha salido a la vez que Venus del cuadro).
Venus.- ¡Amor mío!, ¡Hemos cobrado vida! (Se abrazan y lloran.)
Venus-. Amor mío, bésame, abrázame, quiero sentirte de nuevo.
Adonis (Tras un largo y apasionado beso vuelven a la realidad. ) Venus, ¡amada mía! Deja que te mire, ¡Qué bella estás!, sigues siendo maravillosa. ¿Quién puede haber obrado tal milagro?...Permitirme volver a tocarte, besar estos labios, acariciar tu piel de seda..¡Te amo!
Venus-. Solo puede haber sido nuestro Dios Zeus, no puede haber sido otro. Pero no importa quién. ¡Estamos juntos de nuevo!, no dejaré que nos vuelvan a separar.
Venus: Adonis, escucha ¿has oído?
Adonis.- ¿Qué es ese ruido?, ¿de dónde procede? y ¿ esa luz?
Venus (Adonis se aleja) Adonis, espera, ¿Adónde vas? no me dejes sola, por favor.
Adonis: Espérame ahí; no te muevas, voy a investigar su procedencia.
Venus: Adonis... ¡no!, espera; voy contigo.
Adonis. Si, Venus, ven, ¡Dame la mano! (Salen corriendo de la sala y por una ventana ven caer unas luces rojas.) ¿Son bolas de fuego? ¿Cómo es `posible?
Venus-. Esto solo puede ser obra de Marte. No nos dejará descansar ni un momento.(Venus llora.)
Adonis.-Mi amor no llores, no permitiré que nos haga daño.
Venus.-Tengo miedo, mucho miedo. Adonis, tenemos que huir de aquí.
Adonis: ¿Adónde podemos ir ? Ya sé, volvamos al cuadro.
Venus.- Sí, es lo mejor
Adonis. (Cada vez las bombas caen más cerca; el ruido se hace insoportable.) Corramos, Venus.(En ese instante cae una bomba en el museo, lo suficientemente cerca para derribarlos. Yacen los dos en el suelo. Adonis despierta y tose; está muy malherido. Venus, ¿dónde estás? No te veo, no veo nada, Venus…
Venus. Adonis, aquí estoy, aquí. (Casi no puede responder; está muy malherida.)
Adonis.-No puedo moverme; no me olvides nunca. (Adonis muere en ese instante. Después de tanto estruendo, se hace un silencio aterrador.)
Venus: Adonis, Adonis, mi amor. Marte, ¿Qué has hecho? ¡Nuevamente muero !
Venus cierra los ojos y su respiración apenas se oye cuando la oscuridad inunda por completo la escena.
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